Tres hombres en el mismo bote

"Three Men in a Boat" by Winslow Homer, 1890.

“Three Men in a Boat” by Winslow Homer, 1890.

Tres hombres en el mismo bote: Habitus en “Encancarnanublado” de Ana Lydia Vega

El cuento “Encancarnanublado” de Ana Lydia Vega examina el bagaje cultural que sus personajes no pueden abandonar en las orillas. Perdidos en el mar en su inmigración a los Estados Unidos, el haitiano, dominicano, y cubano recrean en la barca las tensiones entre sus países caribeños. De acuerdo con la teoría de práctica del filósofo Pierre Bourdieu, ellos perciben y reaccionan a la situación según su habitus distinto—las perspectivas formadas de su ambiente social. Además, el cuento incluye el lector en su investigación del habitus. El narrador reconoce que la crianza del lector determina el sentido del cuento. Por último, Vega sugiere que la subjetividad de entendimiento limita la capacidad de todos a relacionarse con unos a otros.

La filosofía de Pierre Bourdieu explica el caos en la barca. En su libro Outline of a Theory of Practice, él propone una teoría sobre el comportamiento humano. Bourdieu describe, “The structures constitutive of a particular environment…produce habitus, a system of durable, transposable dispositions, structured structures predisposed to function as structuring structures” (Bourdieu 72). El habitus—tendencias determinadas por el ambiente, posición social, religión, sexo, y otras condiciones de existencia—constituye la estructura social de un individuo. Esta estructura externa influye como personas entienden el mundo. Por eso, el habitus también es interno y trasciende el paisaje social más próximo de un individuo.

El escenario de “Encancarnanublado” permite un caso práctico del habitus. El cuento ocurre en el medio del mar tempestuoso del Caribe. Como un espacio gobernado absolutamente de la naturaleza, el mar es un espacio neutral. Las interacciones de los protagonistas consecuentemente representan solamente el “transposable dispositions” de su habitus. Aunque los náufragos antillanos aparecen milagrosamente del mar, ellos no son del mar. Ellos llevan sus tendencias, perspectivas, y comportamiento de su vida anterior en la tierra. La estructura social de su hogar directa sus acciones en contradicción de su medio ambiente.

Los personajes en la barca perpetúan los estereotipos de su país. El haitiano Antenor vivía en la pobreza extrema y juega tonto para “servir el récord de analfabetismo mundial que nadie le disputaba a su país” (Vega 86). Diógenes se queja sobre los haitianos que trabajan en la República Dominicana y presume que “hay tantas puntas que hasta las exportamos” (Vega 87). Carmelo refleja la explotación de la época batista en Cuba. Él trabajaba en el mercado negro, quiere tener un club de citas en Miami, y roba la comida de Antenor. Aunque ellos son “en el mismo bote” en su migración arriesgada, el habitus siembra conflicto. Al fin, Antenor lanza la cantimplora en el mar porque “Mejor morir que saciarle la sed a un sarnoso dominicano” (Vega 88). En la prueba a recuperarlo los antillanos se caen en el agua. La barca no puede aguantar el peso de sus diferencias culturales.

A primera vista, “Encancarnanublado” parece una fabula sobre el poder del habitus interno a influir el comportamiento de individuos. Sin embargo, el cuento también interroga los prejuicios del lector. Cuando el capitán del barco americano salva los protagonistas del mar, él grita, “Get those niggers down there and let the spikes take care of ‘em. Palabras que los incultos héroes no entendieron tan bien como nuestros bilingües lectores” (Vega 89). El narrador identifica el habitus de sus lectores. El público es educado, familiar con los estereotipos e idiomas del caribe, y entiende la historia de palabras norteamericanos como “niggers” y “spiks.” El lector tiene simpatía por los “incultos héroes” pero no se relaciona con ellos porque es de una clase social más alta. Mientras los antillanos son “satisfechos” con su llegado al barco, el lector entiende que ellos ya no han ganado la salvación de los Estados Unidos (Vega, 88). La autora puertorriqueña escribe para la élite latina en el Caribe y su diáspora.

Por lo tanto, Vega interroga como la perspectiva del lector influye la interpretación del cuento. Para entender la sutiliza del cuento, el lector necesita ser familiar con los estereotipos y acentos regionales de los países caribeños que los protagonistas personifican. Entender el estereotipo, sin embargo, implica que el estereotipo es parte del habitus del lector. Que los personajes reflejan los estereotipos de su país no es una verdad inherente pero una interpretación en el mente del lector. Por ejemplo, el narrador describe los ojos del haitiano Antenor como “dos muñecas negras atravesadas por inmensos alfileres” (Vega 86). El lector puede interpretar la descripción como una referencia al vudú que es parte del imagen mundial de Haiti. Antenor, sin embargo, nunca practica vudú en el cuento. La asociación existe en el cuento porque existe en el habitus del lector.

En “Encancarnanublado” Ana Lydia Vega juega con la subjetividad de perspectivas. El cuento enfatiza el poder del habitus de un individuo a influir sus acciones. Pero Vega no solamente examina las perspectivas de sus personajes. El narrador invita al lector a hacer juicios sobre sus personajes que involucre sus asunciones preexistentes. El habitus del lector también es parte del estudio del cuento. A pesar de la educación y sofisticación de su público, Vega sugiere que nadie puede superar su habitus limitado a ganar la “perspectiva verdadera.”

Bibliografía

Bourdieu, Pierre. “Structures and the habitus.” Outline of a Theory of Practice, Cambridge  University Press, 1977, 72-95.

Vega, Ana Lydia. “Encancaranublado.” Cuentos calientes, Difusión Cultural, 1992, 83-89.

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